Qué gente...

Veo que hay gente que hace cosas. Gente que va abriendo zanjas e incluso que las adorna para que nos acerquemos a ellas. Zanjas llenas de vida y de futuro. Esas son las gentes que van a levantar esto. La gente que hace cosas. Si no los ves no te agobies, busca a gente que conoce gente que hace cosas. Ellos te ayudarán.

Algunos le llaman Fran, otros Nicolás....

Y al final del túnel estaba él.
Con su mano extendida, "ven a mí", decía, soy al que llamaron porque tengo la luz y la espada de la inteligencia.
No puedo perder el tiempo en aparcar por eso voy siempre en coche con chófer.
Se llama Ángel.
Todos me negarán cuando lo cuentes. 

Un tuit en la ciudad zoidiana

Cuando cae la noche la gente de bien abandona el centro de la ciudad huyendo de la navidad zoidiana malparida antes de tiempo.

La ensenada

Los caminos concluyeron todos en aquella ensenada.  Los que parecieron solitarios caminantes de pronto formaron piña entorno a una desesperación. No hay nada más desesperante que la alegría de volver a ver a tus iguales. Aunque esos iguales sean lo más diferente que pudieran enfrentarse. Pensaste que entre muchos algun punto común te uniría pero era simple desesperación lo que las caras reflejaban en una luna que rompía la noche, cosa poco habitual en la ensenada de Arneliña.

Los jueves, paseo. Aquí y ahora. Nacional IV. Las Virtudes.

No sabíamos ni lo que era Internet y ya al pasar por la Mancha tras el interminable paso de Despeñaperros y empezar a sudar la gota gorda entre viñas e inmensas llanuras ya decíamos aquello de "la próxima vez paramos..."....Han pasado décadas...y está vez, nunca es tarde, paramos. Lo que no sabía es que lo acabaría contando en un blog.
 Fue quizás el cartel "Visite Las Virtudes y su plaza de toros cuadrada" lo que nos puso en guardia.





Y no sólo se debe entrar y recorrer por dentro y salir al ruedo para apreciar los detalles, hay que darle la vuelta por fuera, y recorrer el parque que surge a la izquierda de la puerta principal, y buscarle las miradas a la torre de la iglesia adjunta al coso y ver la bella pila bautismal...y disfrutar de los contrastes de colores...y comprobar si realmente es cuadrada...







Es curioso que este poblado pertenezca a Santa Cruz de Mudela de la que siempre recordaré un cartel  turístico de los ochenta con el camino de cipreses que lleva al cementerio. Pero esa es otra ruta...


* El título de la serie "Los jueves, paseo" me vino a la cabeza al recordar aquella película de Berlanga...."Los jueves, milagro". Estos paseos no persiguen un afán didáctico ni histórico ni literario ni sociológico...sólo pretenden dar un paseo. Que no es poco.

Volver a nacer.

Informativamente aislado pero voluntariamente conectado con las huellas que le llevaron a ser lo que era.

Así volvió a la vida.

Los jueves, paseo. Del Postigo a la Puerta del Perdón. La vuelta al mundo en 98 metros.

104 metros si contamos el giraldillo...
Sin ser persona de grandes devociones si me atan con dos nudos marineros a esta tierra las tradiciones, especialmente las que uno mismo se inventa, las que uno mismo enreda..., y una de ellas es dar la vuelta al mundo todos los veranos. Y mal harían si no lo hacen si tienen oportunidad. 

Cuando en Sevilla le hablen del postigo no duden que se trata del Postigo del Aceite, y allí empezamos hoy. Vale la pena ser muy observador para no perder detalle, nunca pierdan detalle cuando caminen por la ciudad, y salgan por Almirantazgo buscando las gradas catedralicia, atravesando la Avenida (de nuevo, hay muchas pero al preguntar sin apellidos siempre le remitirán a esta), péguense a la piedra, noten el frío del paso del tiempo, de aquellos locos que mandaron construirla y no pierdan con el rabillo del ojo lo que va dejando a la derecha, Ámerica encuadernada en miles de legajos.

Y la Puerta del Príncipe.

Cristobal Colón está detrás...cuidado.




No vamos en este blog ni en esta entrada a contarles las maravillas por las que valdría la pena pasar días dentro de la Metropolitana Catedral, sólo voy a indicarles cómo dar la vuelta al mundo...

Busquen sin demora la capilla de la Virgen de la Antigua..aquella a la que se acercaron tras desembarcar los pocos que consiguieron la hazaña....y eso que había una vuelta al mundo más cerca....

Quizás no puedan resistirse y se asomen a algunas capillas o se queden ensimismado viendo las alturas o el altar mayor....ya saben que eso es otra ruta.... busquen el viejo alminar...y átense las zapatillas...comienza la vuelta al mundo...rampas, balcones y un reloj de estirpe real...rampas balcones....campanas...disfruten...deténganse en cada flanco de la torre...no dejen nada por escudriñar y apretando la mirada al horizonte...le darán la vuelta al mundo....









Le habrán hablado del lagarto pero ya saben...eso es otra historia.....salgan notándose distintos por la Puerta del Perdón.... y sabiendo que han cumplido una de la tradiciones de este callejón.


* El título de la serie "Los jueves, paseo" me vino a la cabeza al recordar aquella película de Berlanga...."Los jueves, milagro". Estos paseos no persiguen un afán didáctico ni histórico ni literario ni sociológico...sólo pretenden dar un paseo. Que no es poco.

Los jueves, paseo. De Regina a calle Parras. Palacio de los Marqueses de la Algaba.

A la calle Feria llega la gente desde muchos sitios, desde la  Resolana, desde la Alameda, por la Puerta Osario y la calle Gerona pero alguno entramos siempre por Regina. Y no hay manera de que lo hagamos de otra forma. No podemos.
Debajo de las setas de la Encarnación casi no se deja ver el comienzo de esta calle peatonal. Hay que recorrerla pensando en los callejuelas medievales de la edad media pero con el espíritu de lo moderno, una librería no es sólo una librería y una tienda de ultramarinos no es sólo eso. Es todo y nada concreto. Caminen lento. Como es jueves, se acabará la calle, notarán un silencio que sólo rompen los pájaros al pasar por San Juan de la Palma y ya estarán en el zoco, en el viejo mercadillo.
No nos detendremos mucho (no me hagan caso) para no demorar nuestro destino, y no se paren en Vizcaíno, y no le hagan  una foto a la reja de Montesión con colgaduras de trajes de gitana, ni viren a la derecha en esa misma plaza buscando la sombra arbórea y la placa que recuerda la Cruz del Caño Quebrado...esas calles son de otro paseo...enderecen el rumbo...buscando la salida a siglos más cercanos.

Y sigan ustedes por Feria, y rodeen Omnium Sanctorum o su mercado que son todo uno para llegar a su destino de hoy, el Palacio de los Marqueses de la Algaba.








Y ya no se vuelve por Feria, aquello pasó, han de volver otro día. Hoy no. Hoy volverán por Amargura, otra calle con menos nombre que Regina pero con el mismo esqueleto....una de esas delicias escondidas, y de aquí salen más rutas... pero no se desvien. Bueno, asómense al Pasaje Amores... por qué no... y sigan buscando la calle Parras...


Y una de sus carbonerías, quizás la única que quede en pie. Quizas...


Ya no se puede volver atrás, salgan a donde tengan que salir por donde quieran pero no para atrás. Recuerden que a la calle Feria se entra siempre por Regina  y se sale por Amargura.

* El título de la serie "Los jueves, paseo" me vino a la cabeza al recordar aquella película de Berlanga...."Los jueves, milagro". Estos paseos no persiguen un afán didáctico ni histórico ni literario ni sociológico...sólo pretenden dar un paseo. Que no es poco.

Su única posesión

Los más culturetas le llamaban minimalista, la mayoría friki, los de siempre "escándalo público" pero él era un sencillo caminante que iba desnudo de un sitio a otro con una memoria USB en la mano. Su única posesión.

No he dicho nada

Y si cae el dosel.... no he dicho nada no he dicho nada....tranquilos la cabeza regia está a salvo....tampoco he dicho nada de cabezas, no he dicho nada de cabezas rodando....qué...aggg

Me niego a llamarlo beso

La niebla no es igual para todos. Y  esto te lo cuento porque ahora mismo crees que no te estoy viendo porque tú a mi no me ves. La niebla no es igual para todos. El disparo sonó seco y tremebundo. No tanto como aquel ósculo (me niego a llamarlo beso) que me diste llevando escrita tu traición y que ahora recoge sus frutos. Sobrábamos los dos pero yo te vi primero. Mira, ya despunta la mañana y vienen a buscarme.

Hola, soy el cabeza.

Hola, saludos a todos, no os conozco a ninguno, bueno, a uno sí, y es por él que he venido aquí. Estoy como vosotros, como mínimo loco y me muero de ganas por empezar...
Hay momentos que uno no tiene más remedio que medicarse por gordo, en vena, y no hay mejor cosa que un ensayo de una chirigota callejera. Es una hora y media, a veces dos horas que no fluye otra cosa por la  cabeza que coger el tono, aprenderse una letra o no caer derrotado ante una ristra de chistes de primera que surgen entre las paredes del local de ensayo, ora una cochera, ora donde se curten habitualmente los mejores músicos de Tomares...allí con nuestro espejo delator, con nuestra nevera bien alimentada de botellines o nuestras papas de bolsa, sosegando el monazo que llevamos dentro que podría ser el de  cantar pero realmente es el de olvidarnos durante un ratillo a la semana de lo que realmente más nos preocupa, nuestros trabajos, nuestros desempleos, nuestras familias, nuestros niños, nuestros amigos....en cualquier caso, de estos últimos me llevo para siempre ya un buen ramillete...
Y mi chirigota tiene artistas mire por donde mires, no se escapa un detalle, cualquier oportunidad de aportar la aprovechan, siempre ahí pendientes de todo. Gracias.

Y si te dicen que para salir en carnavales hay que saber cantar, escribir o componer, no te creas nada, servidor sólo sabe dar saltitos y lo han puesto en primera fila (craso error directorrrrrr)...
Ellos no lo saben pero me apunté al grupo para ir cada jueves a las nueve y hacer mi propia terapia. Me han ayudado mucho. Ellos no lo saben.

Por cierto, me llamo Fernando Alonso y soy el cabeza en el pit lane porque yo tengo la chorla como el monstruo Frankenstein...



Esto no es un microrelato.

Esto no es un cuento, ni un microrelato, ni una historia surgida al azar entre varias que se cruzan en un paso de cebra. No, esto es un tuit. Una idea, un pesar, un surgir, un acabar. Quizás ni siquiera un tuit. Y puede que simplemente una duda que acabe convertida en historia.

En ocasiones ni las más atávicas tradiciones pueden retenernos atados a la sin razón. Cada vez más luz frente a la duda. Cada vez más lejos.